Daniel
Riveros, más conocido como Gepe, es un músico chileno que blablabla, esto no es necesario.
-Oye pero termina la biografía de referencia po’ hueón!
-¿Para qué? Si estas leyendo esto ya sabes quien es Gepe.
-Buen punto, olvida que lo que te dije, adiós! :3
-Chau, Cuídate pedazo de mierda!
-¿Para qué? Si estas leyendo esto ya sabes quien es Gepe.
-Buen punto, olvida que lo que te dije, adiós! :3
-Chau, Cuídate pedazo de mierda!
Ya, tras la
abrupta intromisión de una de mis personalidades (tengo “Trastorno de identidad
disociativo”, también llamado “Trastorno de personalidad múltiple”. No, no soy como
Kramer), prosigo en lo que estábamos. Con una disputa entre el pasado y el presente del músico, entre los kilos de más
y la esbelta figura, entre la música introvertida y la música fiestera, entre
los chalecos y la polera sin mangas, etc. crearé polémica y farándula asquerosa.
Primer Round:
Gepinto contra GP
Acá tenemos
dos discos que solo tienen en común a Gepe y el uso del folclore como arma. Gepinto
fue el primer disco del músico nacionalsss, la guitarra acústica es la reina de este álbum lleno de preciosas canciones melancólicas. Este contiene su primer “Indie hit”
(sigo acuñando términos nuevos papá) que es “Namás” canción que ya nos mostraba
la apuesta de mezclar raíces folclóricas con ritmos más cercanos al pop. Gracias
a este disco golpeó fuerte la mesa en el mundillo de la música chilena y fue un
destacado por la crítica “especializada”.
Mientras que por el otro lado tenemos su último disco “GP” (no, no todos sus
discos se llaman como él) que muestra a un Gepe totalmente diferente. Ya con
Audiovisión (2010) había mostrado tibias señales de cambio, pero nunca pensamos
que sería tanto, ahora el músico nos invitaba a pararnos de nuestros asientos y a bailar, disfrutar y saltar como si estuviéramos en un verdadero festival. Todo a base de marcados ritmos norteños mezclados con pop pegajoso, creando canciones como "Platina". También presenta unos inventos que a más de uno hizo que se le cayera la cara, hablo de “En la Naturaleza (4-3-2-1-0)", una canción catalogada
como “reggaeton andino” (no apto para puristas) y “Fruta y Té” (más por el video que la canción) que suma reggae
a su paleta músical .
¿Quién gana? En una fuerte disputa entre mis personalidades llegamos a la conclusión de que es un empate técnico, porque a todos nos gusta más Audiovisión y no nos vamos a mojar el poto por uno de esos discos (jijiji).
Segundo Round: Chelecos con guata contra
Musculosas atléticas.
El cambio
de imagen del músico fue un hecho notado por todos y llego a ser tema país, todos los programas de farándula tocaban el tema, en Primer Plano el "escándalo de la semana" fue que Gepe estaba metido en la pasta base, hasta en tolerancia 0 discutían sobre la apariencia del músico. Fernando
Villegas ponía su chasca en juego por los “Chalecos con guata” ya que eran lo
que daba identidad al músico y permitía que sus fans se sintieran identificados
con él, ya que lo mostraba como un personaje cercano, sencillo y con problemas
de sobrepeso como cualquier chileno de clase media baja. Por otro lado, Fernando
Paulsen defendía la nueva imagen de Gepe, argumentando que estaba dentro de sus
libertades el querer sentirse más bello consigo mismo y los que hablaban en
contra de su baja de peso solo se apegaban a un falso apropiamiento sobre el músico
generado por la necesidad de contar con un ídolo cercano y no tan distante. Ante
esto Matías del Río argumento puras hueas.
¿Quién gana? La guata y el chaleco no se cambian por nada, por más rico que
pueda estar, soy un orgulloso miembro del club de los chalecos con guata y digo
que ganan los chalecos con guata. He dicho mierda.
Tercer
Round: Nicho independiente contra popularidad
El último
round nos lleva a la disputa entre el sonido intimo que presentó Gepe en un
principio, con discos como “Gepinto” y “Hungría” contra la clara búsqueda por
la masividad de su último disco “GP”.
Antes de
referirnos específicamente a Gepe hay que preguntarse ¿Esta mal querer
ser/sonar masivo? ¿La música pop tiene que ser mala por defecto? Sobre esto soy
de la idea de que hay que “dessatanizar” el pop y escucharlo sin juicio previo
para así identificar si la canción te gusta o no. Dicho lo anterior, buscar la
masividad no es nada de malo, es una posibilidad para los que viven de la música. Pero siempre
hay personajes que no entienden esto y se vuelcan contra el músico, autodesterrándose y mirando desde lejos como
nuevas oleadas de fans llegan a su página de Facebook.
Por otro lado y poniéndome en los zapatos de los “haters de la fama” esta el renegar de los inicios, dando la espalda a los que apoyaron y gustaron de su música en un principio. Cambiando el libreto musical y volviéndose otra estrella de humo perteneciente a una gran constelación de poco valor artístico (pero que llena escenarios).
Por otro lado y poniéndome en los zapatos de los “haters de la fama” esta el renegar de los inicios, dando la espalda a los que apoyaron y gustaron de su música en un principio. Cambiando el libreto musical y volviéndose otra estrella de humo perteneciente a una gran constelación de poco valor artístico (pero que llena escenarios).
¿Quién gana? Creo que lo dejé claro. Gana la popularidad gracias al buen pop y
como dijo en una canción un gran músico nacional “Es mentira eso del amor
al arte, no es tan cierto eso de la vocación”.
Afuera hay un mundo violento y hay que usar todas nuestras armas para sobrevivir en él.
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