Desde abril que los Ases Falsos no venían a Conce, desde que me cagué de calor en el Suractivo y le tiré mierda. Luego vino Cristóbal en mayo bajo la polémica del “googlee mija” y eso estuvo bueno. Éste mes los cabros confirmaron dos fechas en la 8va Región: Chiguayante y San Carlos. El lugar escogido en Chigua fue La Guarida del Lobo. Estuve en ese local el año pasado con mi ex viendo a Briceño (la mencionaré las veces que sea necesario cada vez que diga que fui a ver a Briceño la primera vez con ella. Pobre hueón), lo recordaba como un lugar muy piola y agradable, un bonito ambiente. Con mayor razón me dieron ganas de ir ésta vez. Así que me motivé una vez más, fui a verlos, e hice el intento de escribir algo. Aquí voy.
Hace poco los cabros habían dado a conocer a través de Facebook la salida de JP Garín, el pulento baterista que había sido parte de la banda desde el 2012. Ahora quedaba en incógnito quién iba a ser su sucesor. Quizás volvería Leo Saavedra (Primavera de Praga y Medio Hermano) ésta vez a apañarlos como batero, al igual como lo hace en Medio Hermano. O quizás volvería Boris Ramírez (Primavera de Praga y Los Tres). O en una de esas volvería Héctor a la guitarra y Martín pasaría a la batería como en antaño, cosa que ni cagando iba a ocurrir (hubiese estado buena esa). En fin, estaba la duda, habían varios candidatos y esa noche en Chiguayante sería el debut del nuevo batero y de la nueva etapa de los chicuelos.
Llegamos y en La Guarida había mucha gente. La cosa empezaba a las 20:30 con la banda local Hey Wary, banda que sólo había leído y nunca me había dado la paja de escuchar. Debo decir que me impresionaron gratamente. Los cabros tienen todas las de triunfar en chilito. No sé si era magia del local o de las cervezas o de los caños, pero sonaban a toda raja, me gustaron caleta, llegué a escuchar su EP lanzado el año pasado y debo recomendarlo. Los cabros cerraron con un tema muy Blur que se llamaba Wary’s House y quedé pegao con el corito. Así que póngale oreja a los chiquillos porque será su próxima banda favorita (ayia).
Al término de Hey Wary salimos a fumar con Vito (nuevo fan) y Ale. Vimos llegar a Cristóbal, Martín, Francisco, Simón y el nuevo baterista, un muchacho bajo, de bigote, con un abrigo y un jockey. Conversaron con unas muchachas afuera del local. Entraron, entramos, aún no empezaban, salimos otra vez, fumamos, y escuchamos que la gente comenzó con gritos y entramos nuevamente. Quedamos ubicados atrás, pero igual se veía, así que dio lo mismo.
Estaban los Ases Falsos en el escenario con su nueva formación. El nuevo baterista comenzó a tocar con el rostro cubierto con una tela, me parece que era una bandera, no caché muy bien. Cristóbal lo presenta y le da la bienvenida a ¡Chimbe!, paf, le saca la hueá de la cara y es visto por todo el local. Daniel de la Fuente, alias Chimbe, baterista y vocalista de El Último Dinosaurio, batero de Las Chaquetas Amarillas y ahora también de los bacanes de RadioCasete, era la nueva cara de los Ases Falsos. Un baterista bacán, talentoso y que tuve la oportunidad de verlo el 2013 en el lanzamiento del “Diez Primeras Canciones” de Las Chaquetas Amarillas o como dijo el amigo Ale, las tarjetas amarillas. Así que le llevaba toda la fe al socio, sólo quedaba escucharlo y disfrutar.
Partieron con Tora Bora, canción que cada vez que la escucho en vivo me gusta, no así en el disco. La gente se prendió al toque. Siguieron con Nada y la bacán Salto Alto que la disfruto cada vez que la tocan. Manantial le puso el toque relajante a la cosa, puta que es buena Manantial. Comienzo a mirar mi alrededor y observo a una muchacha arriba de una mesa con la camiseta del Colo (el más grande). Cuando tocaron Fuerza Especial, miro a la muchacha y tenía una energía loco, la cagó, ya quisiera yo tener esa personalidad y entusiasmo, por dios. Siguieron con La Gran Curva y la pulenta Mantén La Conducción, en la que me gusta cuando le gente dice “Mantén la conducción-Maneja que después-Ya deja de querer-Amor por el deber” jejej. La Sinceridad del Cosmos, Ivanka y la bacán Venir es Fácil nos alegraban la noche. Seguían con Búscate un Lugar Para Ensayar y la favorita de éste pobre cabro, Mi Ejército, que la canté con emoción, como siempre. La siguiente estuvo más que pulenta y para mi fue el punto alto de la noche, cómo no si es un temón: Pacífico, comenzando con Cristóbal diciéndo “Un poquito más suave, un poquito más suave, un poquito más duro, un poquito más durooooo...”, puta qué buen comienzo, la gente se prendía con detalles y ese detalle fue lo máximo, aplausos, gritos y cantos para los cabros. Se comenzaron a despedir y un gordito que estaba arriba de una mesa comenzó a llevar la batuta con la misma energía que tenía la colocolina, gritaba “Simetría, simetría, simetría” y la gente lo apañaba. Cristóbal decidió escoger la canción por aplausos entre Simetría o Cae La Cortina, yo decidí aplaudir por la segunda y esa fue la que ganó. Tocaron Cae La Cortina, temita muy bacán que estrenó un video la semana pasada medio noventero con la “sobreactuación” de los chiquillos incluido el querido Juan Pablo Garín. Con ese gran final se despidieron y bajaron del escenario. Pero eso no era todo, el gordito que llevaba la batuta siguió con su euforia y comenzó a cantar “Oh, los Ases no se van, no se van, no se van, los Ases no se van”, a lo que todo el público apañó, unos muchachos sacaron un güiro y comenzaron a tocarlo y más prendidos estábamos , hasta que el quinteto volvió, se notaban muy agradecidos del cariño que le estábamos entregando (ayia). Briceño agradeció y le preguntó a unas lolas si es que sabían cantar, las subió al escenario, dijo que estaban pensando en incorporar coristas a la banda. Simón y Martín se hicieron un lado y dieron paso a las chiquillas para que hicieran los coros. Comenzaron a tocar Simetría. La niña que estaba en el lado de Simón se notaba muy entusiasmada y lo entregó todo, la otra era un tanto más piola pero se notó que lo hizo con mucha pasión (te amé).
Así se pasó la noche, con harta gente y harto canto. Los Ases Falsos sonando cada vez mejor, dejándonos con gusto a poco, pero a la vez contentos del buen show que se pegaron.
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