martes, 1 de octubre de 2013

Joe Strummer no se toca, mijos


Nuestro columnista estrella regresa con otro grande:  Joe Strummer.
Sin ponerle más color a la introducción vamos con el post (No quiero condicionar su respuesta ante este post, pero esta bueno bueno).



                 Los restantes miembros de la legendaria banda de punk británico “The Clash”, junto con sus respectivos productores y sellos, lanzaron el pasado 09 de Septiembre el Boxset “Sound System”. Y a propósito del lanzamiento de esta inefable caja de rarezas, que toda banda grande genera tarde o temprano, con un amigo (una pista: se llama como yo y trabaja en el blog) conversamos acerca de la importancia de la banda… la cual es innegable: sabemos que es uno de los pilares fundamentales del punk, y parte esencial de la columna vertebral del punk británico. Pero, ¿Es The Clash el secreto detrás de The Clash? En mi opinión (que bueno que esta es una columna de opinión) The Clash se construyó gracias al tiempo histórico en el cual emergió (y el lugar) y gracias a una persona en particular: Joe Strummer.
                ¿Quién fue Joe Strummer? ¿Un punky drogadícto más? La respuesta que encontré yace en un documental que están dando (o estaban dando, lo ignoro) en el I.sat, y que recomiendo a ojos cerrados: “Joe Strummer: The Future Is Unwritten”. 
                Lo recomiendo a ojos cerrados, y es que me permitió comprender cabalmente que no se trata de un típico punky adicto a las drogas de carrera corta, meteórica y destinada al derrumbe, a la decadencia y a la muerte prematura. Si, murió de forma prematura, y de manera insospechada (si no sabe cómo fue y quiere saberlo, le repito, hágase el tiempo y véalo), pero no murió como drogadicto irredento, sino cómo un músico activo, una lumbrera en todo ámbito: no se fue sin dejar un legado de sapiencia musical y humana como pocos lo han hecho. La pena es que no genera el revuelo ni la devoción que otros artistas generaron (quizás su pasado rudo y soez hizo mella en su imagen pública, esto es solo un supuesto mío).
                


                Joe comprendió que la música en su esencia más pura es algo tribal, universal, es  transversal a la sociedad e intrínseca al humano. Fue capaz de malearse, de deformar su mente en pos de aceptar nuevos estilos, nuevas tendencias: abrazo como propios los ritmos sudamericanos (claro ejemplo fue su último proyecto: “Joe Strummer and the Mescaleros”, banda que invito a escuchar con la mente abierta y el corazón dispuesto). Cuando conoció el tecno, no lo despreció ni lo basureó como era de esperarse en un músico ligado al Punk, todo lo contrario, fue paciente y tolerante, asistió a locales donde se tocaba esa rara música nueva, y la aceptó como una forma más de expresión. ¿Raro en un punky (y de esa época)? Tal vez. Pero en una persona como Joe era simplemente una demostración más de su inteligencia emocional.
                Se entregó al esparcimiento de sus creencias y motivos, vivió por mucho tiempo recreando las fogatas hippies de los 60’s, viviendo en campamentos, queriendo ser un hippie más. Y sin embargo nunca comió flores. Él estaba por sobre esa creencia de la paz y el amor porque sí nada más, sin digerir y sin pensar. Él entregaba la información como la veía, sin máscaras de por medio, franco y sincero, y si la idea generaba violenta no era su culpa, era culpa del mundo violento en el que vivía. Dejó una huella imborrable en quienes lo conocieron de cerca, una huella a fuego en el corazón de sus amigos y cercanos, para que hablar de su familia (tuvo dos hijas), es cosa de ver la emoción que los embarga al recordarlo, un sentimiento de cálido afecto y amor hacia la persona. 
                

               The Clash fue una banda fundamental, es cierto. Pero no sería justo dejar sin destacar la vida de este tipazo, que vivió para la música, y para a través de ésta, dejar un mensaje: “tu futuro no se ha escrito”. Era un tipo genial, el que se desdobló del estilo marcado para abrazar a la vida y su conjunto. Así que invito a NO comprar el recopilatorio, ya que sospecho (infundadamente, es cierto,  pido disculpas si esto molesta a alguien) que solo será aire y luces, y en cambio a ver el documental (si no lo pillan en I.sat, está en yutuv, con subs en francés o en Thepiratebay AQUÍ) y descubran, como yo, al hombre tras el punk.





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