Me dijeron toda la semana que en Santiago iba a llover, que me iba a mojar como nunca y que era mejor que no fuera, pero como soy medio tonto igual viajé, pese a cualquier advertencia.
Cuando me bajé del bus iba con mi bolsa de basura lista (AKA Parca) para no mojar mi costosa ropa europea (prioridades) pero algo no estaba bien, no había lluvia. “¿Qué está pasando?” me pregunté asustado, acaso me mintieron toda la semana o quizás tuve tanta suerte que llegué justo cuando la tormenta ya había terminado. Estaba perdido y desorientado.
Hasta que de la nada apareció Iván Torres, entre la basura, papeles de diario usados y cartones semi mojados -no por agua, supongo que era una mezcla de fluidos corporales que no quiero nombrar- para decirme: “Hijo ¿Usted es hueón?”. Qué chucha le pasaba al señor del clima ¿Acaso me quería decir que siempre mentía y que jamás le ha acertado a un pronóstico del tiempo? ¿Cómo podía hacerme esto? ¿Cómo podía jugar así con mi cerebro? Desvié mi mirada errática hacía el suelo, nada más que por 4 segundos, y cuando levanté la vista para preguntarle a Iván si esto era la vida real o era solo fantasía, él desapareció entre la gente, sin dejar más rastro que sus pedazos de cartón con semen. Te odio Iván Torres.
Mañana chubascos radioactivos |
Cuando pude recuperarme del golpe psicológico vivido en el terminal de buses fui a hacer la hora a la casa de un tío, aproveché de pecharle comida y cerveza, además de taparle el baño, pero esa es otra historia.
Ya estaba en la hora y tenía que ir a El Clan a ver a Tus Amigos Nuevos, pero antes, tomé mi paraguas y lo destruí de la forma más desquiciada posible, ya no creía en Iván Torres, ni en la lluvia, ni en la vida.
Pero ir a una tocata solo es más fome que bailar con la hermana, así que me junté con una amiga de una página rival que no nombraré, porque no le daré tribuna a nadie. Escucharon Diario de Ana Funk, no le doy tribuna a nadie, ni a sus fotos bacanes, ni sus reviews sensuales.
Eran las 11 en punto y cuando estábamos llegando al local un Grimer salvaje me atacó y me llenó los zapatos del barro más asqueroso del universo. No pensé que la vida era una hija de puta, ni mucho menos le atribuí a la suerte este embarazoso momento, ya que solo podía existir un culpable, solo podía ser él: Ivan Torres, el señor del clima y los Grimers salvajes. Podía sentir su hedor cerca y escuchaba su voz penetrando en mi oído, lo que me llevó a gritar desesperado: “¡SAL DE MI CABEZA CONCHETUMADRE, DÉJAME TRANQUILO!”. Mi amiga me miró preocupada, pero para tranquilizarla le dije que no me había tomado mis medicamentos. Ella corrió lo más lejos que pudo.
Los TAN haciendo show |
Tus Amigos Nuevos subieron como a las 12 y empezaron a tocar "Techno Rengo", fue bacán, porque la canción es bacán y no hay más vuelta que darle, después le hicieron bulling a los mamíferos del mar con su zalamera “Delfín” que flamea como blusas limpias. Como dato aparte, el público estaba tímido, como que quería saltar, pero no lo hacía, como que quería cantar, pero lo hacía despacito, pero cuando era la hora de tomar no se hacían de rogar los borrachos asquerosos.
La banda afinaba sus guitarras cada dos canciones porque los instrumentes se desafinan con mayor facilidad en estos días tan helados, algo que podía jugar en su contra por lo pausado que se podría tornar el show, pero ahí salió a relucir otro gran talento que tiene la banda: Son unos maestros en el relleno. Se tiraban tallas entre ellos, se hicieron pasar un par de segundos por R.E.M e interactuaban constantemente con el público. Y pese a que dijeron que afinaban tanto para dar un show de calidad y no pasar por pintamonos, ellos indudablemente lo son y se agradece que sean así y no se crean “rock stars”.
El Diego concentrado |
Después tocaron “Viernes” que tiene la frase insignia de todos los pueblerinos que visitamos Santiago de vez en cuando: “No somos de Santiago, tenemos otros gustos. ¿Cual dijiste que es la micro que nos sirve?” En mi caso es “¿Dirección San Pablo o Los Domínicos?”. Puta vida, puto Iván Torres. Después de este hitazo vino la canción que abre el disco nuevo, “La Novedad”, a esa altura ya no me importaba mucho el resto de la gente y comencé a moverme y hacer show, cuando de repente y mientras cantaba “¿Qué es lo peor que nos podría pasar?” vi a Iván parado en una esquina del bar y me refregué los ojos porque no creía lo que veía. Cuando volví a mirar ya no estaba.
Pero no tuve tiempo para quedarme pensando en lo que creí haber visto, porque los cabros atacaron con la regalona “Baby Boomers” y ahí despertó el monstruo del Clan y la gente se empezó a mover y cantar. Cómo dijeron por ahí, no hay mal que dure cien años. Continuaron con una canción que no habían tocado en todo el año “Edipo Rey”, cantada por Leo y con coros de Diego. Esta canción es la zorra, terrible Talking Heads en sus inicios y como no quererla por eso. Luego y para finalizar el bloque “No Sí Son” tocaron “El No Movimiento” y ya la gente se movía con más personalidad, incluso visualicé a una chiquilla tomando vino de la botella, haciendo el mejor cosplay de Eddie Vedder cuando toca en Chile.
El Leo y sus problemas con el alcohol |
Después de la tocata hubo una fiesta llena de clásicos bien noventeros, pero la acompañante no supo apreciar tan grandes clásicos. ERIS TERRIBLE FOME.
Al otro día y ya camino a mi casa pensaba muchas cosas, temía morir en el bus, quería saber qué película pondrían, pensaba en lo bacán que fue el show, en por qué la cerveza de miel causa extraños efectos en mi cuerpo, pero más importante, me preguntaba: ¿Quién es el Rambo de Atacama? ¿Será él? ¿Seré yo? ¿Serás tú?... ¿Acaso serás tú Iván Torres? Cuando contra todo pronóstico el hombre que estaba en el asiento de adelante se dio vuelta y me reveló su identidad.
Iván Torres is love, Iván Torres is live.
El Manu haciendo cosplay de Kurt Cobain |
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